Publicado por congregacion
Resumen del tema:
Tras la resurrección de Jesús, los discípulos regresan a Galilea y retoman su vida cotidiana. Una noche, Pedro sale a pescar junto a los demás, pero no logran capturar nada hasta que un desconocido —Jesús resucitado— les indica echar las redes a la derecha. Al reconocerlo, Pedro se lanza al agua para llegar antes a Él. En la orilla comparten una comida sencilla y, después, Jesús dirige a Pedro tres preguntas: «¿Me amas?». Cada respuesta afirmativa restaura su amor tras las tres negaciones y se acompaña de un encargo: «Apacienta mis ovejas». Pedro comprende que Jesús no lo reprende, sino que le confía su rebaño, revelándole que la misión de todo discípulo nace del amor y no de la fuerza.
Tras la Ascensión y Pentecostés, Pedro vive plenamente entregado al servicio del Evangelio. Experimenta su fragilidad, pero reconoce que la fuerza de Cristo actúa en su debilidad. Entiende que amar al Señor significa dejarse guiar por Él incluso hacia el sufrimiento. Un día descubre que los enfermos sanan con solo tocar su sombra, y comprende que Dios actúa a través de su miseria y sus límites. Esa sombra, símbolo de su humanidad imperfecta, se convierte en instrumento de la luz divina. Pedro vive entonces en profunda humildad y gratitud, sabiendo que su vida entera es signo de la misericordia de Cristo que transforma la debilidad en salvación.